La autolesión es a menudo una forma de hacer frente a emociones fuertes y difíciles. También puede ser una forma de evitar pensar en acontecimientos graves de tu vida. Si te haces daño, quizá sientas alivio en el momento, pero también puede hacerte sentir peor. También puede ser malo a largo plazo de diferentes maneras. Por lo tanto, puede ser útil hablar con alguien y recibir ayuda.
Si tienes una conducta autolesiva, te haces daño físico deliberadamente. Puedes arañarte, cortarte, quemarte o golpearte. También puedes exponerte a situaciones de riesgo o a sobredosis de sustancias nocivas, como medicamentos, alcohol o drogas.
Esto se aplica a personas sin importar edad o sexo.
Si estás atravesando un periodo difícil en tu vida o has experimentado algo difícil, esto puede ser un desencadenante.
La autolesión puede ser una forma de hacer frente a sentimientos como ansiedad, estrés, tristeza, desesperación, autoodio o vacío. También puede ser tu forma de calmarte o castigarte, o de evitar pensar en recuerdos y acontecimientos difíciles. Para algunos, es una forma de sentir algo. Para otros, es una forma de mostrar a la gente que les rodea cómo se sienten por dentro. Cuando se tiene conductas autolesivas, es habitual tener pensamientos críticos sobre uno mismo.
Al principio, puedes pensar que haciéndote daño te resulta más fácil enfrentarte a lo difícil. Es como si el dolor exterior hiciera que no sintieras tanto el dolor interior. Pero después, los pensamientos negativos pueden empeorar, puedes sentirte avergonzado y tus pensamientos autocríticos pueden aumentar. Esto puede hacer que te hagas más daño y que corras más riesgos.
Independientemente del tiempo que lleves dañándote a ti mismo, es importante que tu problema sea tomado en serio. Hay ayuda disponible y es posible sentirse mejor.
Puedes hablar con alguien cercano en quien confíes. Por ejemplo, si estás en el colegio puedes hablar con la enfermera o el orientador. Si eres adulto, puedes pedir ayuda en tu centro de salud o en un centro psiquiátrico.
Si te sientes tan mal que estás pensando en quitarte la vida, no esperes, busca asistencia de inmediato en un centro de urgencias psiquiátricas o llamando al 112.
Verificador de datos: Johan Bjureberg, psicólogo, profesor asociado de neurociencia clínica, Instituto Karolinska
Última modificación: 08 de abril de 2024