¿Qué es el TEPT?
Puedes sufrir un trastorno por estrés postraumático si has experimentado un acontecimiento traumático que haya puesto en peligro tu vida, o un acontecimiento que hayas percibido como una amenaza para tu vida o la de otra persona. También puedes haber sufrido un suceso traumático en el que tú u otra persona sufrieron lesiones graves, o corrieron el riesgo de sufrirlas. Ejemplos de estos sucesos son abusos sexuales, mentales o físicos, muerte, tortura, guerra, desplazamientos forzados, catástrofes naturales, robos y accidentes.
Lo típico del trastorno por estrés postraumático es que se revive constantemente los recuerdos del suceso traumático. Puede ser que tengas recuerdos intrusivos cuando estás despierto y pesadillas cuando duermes. Quizá incluso te sientas como si estuvieras de nuevo en la situación, actuando como lo hiciste allí en aquel entonces. Recordar el suceso de diferentes maneras puede ser extremadamente difícil y es habitual que el cuerpo reaccione con mucha fuerza.
Los afectados por el TEPT tratan de evitar estímulos sensoriales y acontecimientos que les recuerden el trauma. Tanto cosas internas que desencadenan recuerdos, por ejemplo pensamientos y sentimientos, como lugares físicos, personas, cosas o conversaciones. El TEPT también significa que experimentas fuertes emociones y pensamientos negativos. Puede resultarte difícil sentirte feliz y partícipe, y quizá tengas la sensación de estar aislado de los demás. El cuerpo está demasiado vigilante. Puedes sentir que estás constantemente en tensión, y que te asustas e irritas con más facilidad que antes. Puedes tener fuertes episodios de ira, y tu concentración y sueño pueden verse afectados.
Existe una forma de TEPT que también implica tener síntomas disociativos específicos. Puedes leer más sobre trauma y disociación aquí.
¿Cómo se ve afectada la vida por el TEPT?
El TEPT puede poner trabas en el desarrollo de tu trabajo o tus estudios. Puedes tener dificultades en tu vida social o en las relaciones con otras personas. Es frecuente que el TEPT vaya asociado a otras dificultades y síntomas, como depresión, ansiedad, dolor prolongado, abuso de sustancias y enfermedades físicas.
¿Cuándo debo buscar ayuda?
Los traumas no conducen necesariamente al TEPT. Muchas personas se recuperan bien de acontecimientos difíciles. Sin embargo, si tienes síntomas de estrés traumático que no desaparecen y están interfiriendo en tu vida, debes ponerte en contacto con tu centro de salud o con un ambulatorio psiquiátrico. Nunca es demasiado tarde para buscar atención y ayuda, aunque haya pasado mucho tiempo desde el trauma en sí. Hay tratamientos que funcionan bien.
Diagnóstico y tratamiento del TEPT
Para saber si tienes TEPT, se lleva a cabo una evaluación exhaustiva. Quizá te pidan que respondas a preguntas en una entrevista y que rellenes varios cuestionarios que ayudarán a tu terapeuta a decidir si tus síntomas constituyen en conjunto un TEPT, o si se explican mejor por otra cosa.
La terapia cognitivo-conductual (TCC) centrada en el trauma te permite procesar el trauma y los recuerdos paso a paso de diferentes maneras. Aprenderás estrategias útiles y cómo dejar de evitar situaciones que debes afrontar. Esto reducirá tus reacciones de ansiedad, y te ayudará a aprender a gestionar tus recuerdos y a sentirte mejor. La terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (DRMO) utiliza una técnica de movimientos oculares. También puede que te ofrezcan medicamentos antidepresivos.
Verificador de datos: Marie Kanstrup, psicóloga y doctora del Hospital Universitario Karolinska y de la Universidad de Uppsala.
Última modificación: 28 de febrero de 2024