¿Cómo sé si tengo un trastorno alimentario?
Si padeces un trastorno alimentario, a menudo eres duro y te juzgas a ti mismo. Es frecuente sentirse avergonzado por la forma de comer o el aspecto físico. Evitas comer con otras personas, a menudo se salta comidas y piensa mucho en la comida, el peso y la apariencia. Pensar en lo que tienes que hacer a cada momento puede llegar a ser agotador y quitarte mucha energía. Puedes sentir ansiedad y una profunda soledad.
Quizá sientas que la mayor parte de tu vida gira en torno a la comida, la vergüenza y el control. Puede que pienses que tienes que hacer las cosas de una determinada manera o te generará ansiedad. Es frecuente que tengas dificultades para concentrarte y dormir. Con el tiempo, puedes desanimarte o deprimirte.
Diferentes tipos de trastornos alimentarios
Existen varios tipos de trastornos alimentarios y pueden manifestarse de diferentes maneras. Un trastorno alimentario no tiene que ver con tu aspecto o tu peso, sino con tus sentimientos y pensamientos.
A veces se detiene en pensamientos de querer cambiar tu cuerpo, pero si empiezas a hacer cosas para controlar tu cuerpo, podría ser un trastorno alimentario. Por ejemplo, puedes ir demasiado lejos en tu deseo de comer sano o hacer ejercicio y, en su lugar, desarrollas comportamientos poco saludables. También puede ser que te saltes comidas con regularidad o ingieras grandes cantidades de alimentos en soledad. La comida, la alimentación y el peso ocupan una gran parte de tus pensamientos y tu vida.
Los trastornos alimentarios suelen dividirse en:
Anorexia, que significa que quieres mantener tu peso lo más bajo posible, y que mantienes tu ingesta energética tan baja que tu cuerpo acaba en inanición.
Bulimia, que significa que te das atracones de grandes cantidades de comida en poco tiempo. Experimentas una sensación de pérdida de control sobre tu alimentación. Después intentas deshacerte de lo que has comido, por ejemplo provocándote vómito, abusando de laxantes o haciendo ejercicio en exceso.
Trastorno por atracón, lo que significa que te das atracones. La diferencia con la bulimia es que después no intentas deshacerte de lo que has comido.
Existen otras formas de trastornos alimentarios que son igual de graves. Un ejemplo es el TERIA, que significa trastorno por evitación/restricción de la ingesta de alimentos. Consiste en evitar por completo la mayoría de los tipos de alimentos y comer sólo unos pocos, especialmente seleccionados. No se trata de perder peso o evitar engordar, sino de una aversión a distintos tipos de comida o bebida. El TERIA es más frecuente en niños, pero también puede darse a otras edades.
Si padeces un trastorno alimentario, también puedes sufrir lo que suele denominarse ortorexia. Es cuando se hace ejercicio de forma compulsiva mientras se mantiene una dieta muy estricta. Puedes sentir una fuerte ansiedad si no puedes hacer ejercicio como deseas. La ortorexia no es un diagnóstico en sí mismo, sino que acompaña un diagnóstico como, por ejemplo, anorexia, trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) o trastorno de ansiedad.
Puede estar relacionado con altas exigencias
Hay muchas razones diferentes para desarrollar un trastorno alimentario. Puede estar relacionado con cuestiones personales como la forma de afrontar emociones como la tristeza o la ira, o las relaciones con otras personas, pero también puede ser una reacción a cómo se valora en la sociedad la comida, el control y la apariencia.
Puede parecer imposible de cumplir las exigencias de tener una apariencia perfecta y una vida impecable, mientras estamos rodeados de consumismo y se espera que controlemos nuestras necesidades y emociones. Puede empezar como una necesidad de control, en la que intentas controlar lo que comes. Sin embargo, con el tiempo, la necesidad de control empieza a controlarte a ti.
¿Cuándo debo buscar ayuda?
Los trastornos alimentarios pueden dañar gravemente la salud física y mental, por lo que es importante tomarlos en serio. Si crees que padeces un trastorno alimentario, no esperes y busca ayuda de inmediato. Cuanto antes busques ayuda, mejor. Hay tratamientos disponibles para los trastornos alimentarios.
Hay ayuda disponible
Es posible librarse de los trastornos alimentarios con la ayuda de un tratamiento. Existen muchos tipos de tratamiento, como la terapia de conversación y el tratamiento médico. A veces pueden ser necesarios tanto la terapia como el tratamiento médico.
¿Dónde puedo pedir ayuda?
Si crees que padeces un trastorno alimentario, pide ayuda a un profesional de la salud. Si te sientes reacio a buscar atención por ti mismo, puedes pedir a alguien que te acompañe. 1177.se ofrece información sobre dónde buscar ayuda en distintas partes del país. También proporciona información sobre tratamiento.
Si te sientes tan mal que estás pensando en quitarte la vida, no esperes, busca asistencia de inmediato en un centro de urgencias psiquiátricas o llamando al 112.
Hay muchas personas que han padecido un trastorno alimentario y luego se han recuperado de él. Reconocer que no se está bien y buscar ayuda no es un signo de debilidad o fracaso, sino todo lo contrario. Es una forma de darse la oportunidad de sentirse mejor.
Verificador de datos: David Clinton, profesor asociado del Instituto Karolinska, psicólogo, psicoterapeuta y psicoanalista.
Última modificación el 31 de enero de 2024