Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)

Todo el mundo tiene pensamientos e ideas obsesivas de vez en cuando, como comprobar varias veces si la cocina está apagada, evitar las tapas de alcantarilla o comprobar dos veces si la puerta está cerrada. Sin embargo, cuando las obsesiones y compulsiones te impiden vivir tu vida, es posible que padezcas un TOC.

¿Qué es el trastorno obsesivo-compulsivo?

En el trastorno obsesivo-compulsivo, se experimentan pensamientos obsesivos que pueden causar ansiedad, malestar o disgusto. El trastorno obsesivo-compulsivo suele ser intrusivo y se percibe como no deseado. Estos pensamientos pueden referirse a la posibilidad de que tú o tus seres queridos sufran daño, o de hacerte daño a ti mismo. También es frecuente tener pensamientos obsesivos relacionados con el contagio, enfermedades, la sexualidad o que algo malo va a ocurrir. Los pensamientos suelen empezar con un «y si…».

Para aliviar la ansiedad cuando aparecen las obsesiones, las personas realizan las denominadas conductas compulsivas. Por ejemplo, puedes sentir que tienes que hacer algo de una determinada manera para evitar lo que crees que ocurrirá en la realidad. En la mayoría de los casos, las compulsiones son comportamientos o actos mentales repetitivos. Puede que tengas la fuerte sensación de que algo va mal y que, por tanto, necesitas arreglarlo realizando una acción repetidamente hasta que vuelva a sentirse bien.

Entre las compulsiones más comunes se incluyen lavarse con frecuencia, repetirse cosas a uno mismo como un mantra, comprobar o volver a comprobar constantemente las cosas, contar y ordenar de una determinada manera o guardar cosas.

En el momento, las obsesiones y compulsiones pueden proporcionarte un alivio temporal, pero con el tiempo tienden a ser cada vez más difíciles de detener; también pueden tardar cada vez más en cumplirse.

El trastorno obsesivo compulsivo también se conoce como TOC.

¿Cómo se ve afectada la vida?

Si padeces trastorno obsesivo compulsivo, sueles tener una fuerte necesidad de control y rutinas. Es habitual sentirse avergonzado por los pensamientos y el comportamiento y, por tanto, retraerse. Tus pensamientos y comprobaciones pueden ocupar tanto tiempo que a menudo llegas tarde o no sales de casa cuando necesitas hacer algo. Si te lavas mucho, puedes tener problemas de llagas y enrojecimiento en las manos.

¿Cómo y dónde puedo obtener ayuda?

Es importante que busques ayuda si crees que tus obsesiones y compulsiones están afectando tu vida cotidiana: ¡hay ayuda disponible!

Puedes empezar por ponerte en contacto con un centro de salud o un centro psiquiátrico ambulatorio. Si tienes menos de 18 años, puedes ponerte en contacto con un centro de salud para menores, los servicios de salud escolar o un centro psiquiátrico para niños y adolescentes (BUP). El paso de buscar ayuda puede resultar más fácil con la ayuda y el apoyo de una persona allegada a ti. Si tienes pensamientos obsesivos y te sientes tan mal que crees que no puedes más, ponte en contacto inmediatamente con un centro de urgencias psiquiátricas o un servicio de urgencias.

El tratamiento del trastorno obsesivo compulsivo puede consistir en psicoterapia, medicación o una combinación de ambas. La terapia cognitivo-conductual (TCC) ha dado buenos resultados y consiste en afrontar lo desagradable paso a paso e ir en contra de las compulsiones, con el fin de reducir la ansiedad a largo plazo. Los ejercicios de relajación y la actividad física también pueden ser útiles.

Verificador de datos: Jacqueline Levi, psicóloga, Psykologpartners.

Última modificación: 13 de febrero de 2024