TDAH

A muchas personas les puede resultar difícil centrarse y concentrarse, y a veces se sienten inquietas. Si tienes TDAH, es algo que siempre está ahí. Puede tener un gran impacto en la vida cotidiana. También puede dificultar que te enfrentes a cosas como los estudios o el trabajo. Pero existen distintos tipos de apoyo y ayuda disponibles.

¿Qué es el TDAH?

El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo (a menudo abreviado como TND). No es una enfermedad y no tiene nada que ver con tu inteligencia, sino que significa que funcionas de forma diferente a lo que la mayoría de la gente se espera. Esto puede provocar diversos tipos de dificultades en la vida cotidiana. Por ejemplo, puede resultarte difícil centrar y dirigir tu atención. Puede que tengas muchos pensamientos en la cabeza al mismo tiempo, y que te resulte difícil controlar tus impulsos y bloquear las impresiones de tu entorno que no necesitas asimilar. Muchas personas con TDAH también tienen una gran necesidad de moverse y mantenerse estimuladas.

El TDAH te acompaña y te afecta de por vida. La naturaleza de tus dificultades y la forma en que se manifiestan pueden variar de un periodo a otro. También pueden ser diferentes según la situación. Los acontecimientos importantes de la vida, como tener un bebé, atravesar la menopausia, jubilarse o perder a un ser querido —como un compañero de vida—, pueden aumentar tus dificultades.

No todas las personas con TDAH tienen las mismas dificultades; éstas varían de una persona a otra. Tu personalidad y temperamento, así como tus rasgos, valores e intereses, también influyen en tu forma de ser y actuar. El género con el que te identificas, junto con las expectativas que las normas sociales depositan en ti en función de él, también pueden influir. No se conoce con seguridad la causa del TDAH, pero se sabe que los factores hereditarios desempeñan un papel importante.

El TDAH se expresa de diferentes maneras

Existen diferentes formas de TDAH. Las letras TDAH significan trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Pero no todas las personas con TDAH son hiperactivas.

La forma más común de TDAH implica principalmente dificultad para concentrarse, dificultad para regular el comportamiento impulsivo e hiperactividad. Si tienes dificultades para concentrarte y centrar la atención, pero no eres hiperactivo, sino que tienes un nivel de actividad inferior al de los demás, esto se conoce como TDAH con predominio del déficit de atención, o TDA. Una tercera forma es simplemente ser hiperactivo e impulsivo. Esta forma es más común en los niños más pequeños y, por lo general, suele desaparecer o se convierte en una forma combinada de TDAH más adelante.

A muchas personas diagnosticadas de TDAH también se les diagnostica autismo. Es frecuente tener otros trastornos o enfermedades al mismo tiempo. La ansiedad es frecuente, al igual que la depresión, el estrés y las adicciones.

Las niñas y mujeres suelen ser diagnosticadas de TDAH más tarde que los niños y hombres.

¿Cómo es la vida con TDAH?

Puede que te resulte difícil ser puntual o saber dónde están tus pertenencias. También te puede resultar difícil clasificar las impresiones porque todo se oye y se siente por igual. Seguir instrucciones largas y complicadas, o empezar a hacer cosas, tampoco te resultan tan fáciles como a las personas sin TDAH. También puede ser difícil terminar lo que haces.

Tiendes a ser más inquieto que los demás. La inquietud se manifiesta de distintas maneras. A algunos les cuesta estarse quietos, mientras que otros sienten una inquietud interior. Muchas personas con TDAH son propensas a soñar despiertas y a pensar en cosas completamente distintas de las que tienen delante —como clases, conferencias o reuniones—. Si tienes TDAH, debes esforzarte mucho para concentrarte. Esto genera un gran cansancio. La autoestima y el estado de ánimo también pueden verse afectados.

Cuanto mayor sean las exigencias a las que te enfrentes, mayor puede ser el obstáculo que sientas que supone tu TDAH. No poder dirigir o controlar tu comportamiento puede dar lugar a malentendidos y frustración. Esto puede provocar conflictos con las personas de tu entorno. Tu trastorno está influido por tu entorno, las exigencias que se te imponen y el apoyo que recibes. Si tu centro de estudios o lugar de trabajo no está adaptado a tus necesidades, puede resultarte especialmente difícil. Muchas personas con TDAH han experimentado un trato deficiente por parte de quienes les rodean. Es importante recordar que a menudo todo se reduce al desconocimiento.

¿Dónde puedo pedir ayuda?

Si crees que tienes TDAH, ponte en contacto con un centro de salud o un centro psiquiátrico. Allí te ayudarán a evaluar si es que tienes TDAH. Lo normal es que primero acudas a un médico o psicólogo para una evaluación inicial. A continuación, se realizará una evaluación para determinar si padeces o no TDAH.

¿Qué ayuda puedo obtener?

Ser diagnosticado de TDAH puede ser de gran ayuda para conocer mejor cómo eres. También puedes obtener adaptaciones y herramientas que te ayuden a desenvolverte en la escuela, en el trabajo o en otras cosas que te resulten difíciles en la vida cotidiana. Además, hay medicamentos que pueden aliviar los síntomas del TDAH. A menudo puedes asistir a cursos y aprender más sobre el TDAH, si lo deseas. Tus parientes cercanos pueden hacer lo mismo.

Si tienes TDAH, a menudo necesitas una vida diaria bien estructurada y necesitarás ayuda para ello. Hay que adaptar las exigencias, las expectativas y el entorno, para evitar el estrés y la sobrecarga.

Verificador de datos: Taina Lehtonen, doctora en psicología, especialista en neuropsicología.

Última modificación: 15 de enero de 2024

Encontrarás más información en Riksförbundet Attention: para personas con trastornos del neurodesarrollo, parientes cercanos y profesionales.