Síndrome de fatiga crónica

La mitad de las personas con baja de larga duración lo están por problemas de salud mental. Y suele deberse al estrés. Si estás estresado durante un largo periodo de tiempo sin tener la oportunidad de recuperarte, corres el riesgo de desarrollar el síndrome de fatiga crónica, una afección de la que puede tardar mucho tiempo en recuperarse y cuyas señales de alarma deben tomarse en serio.

¿Qué es el síndrome de fatiga crónica?

El síndrome de fatiga crónica es un estado de agotamiento físico y mental profundo causado por un estrés prolongado sin una recuperación adecuada. El síndrome de fatiga crónica puede describirse en tres fases.

1. Fase de riesgo

Puedes experimentar problemas físicos y psicológicos como dificultad para concentrarse, pánico, tensión en el cuello y la espalda u otros síntomas de estrés, pero puedes seguir desenvolviéndote en tu vida cotidiana. Te cuesta hacer frente a una serie de factores estresantes que se han acumulado en el trabajo o en casa. El sueño suele ser agitado, superficial y demasiado corto. La fatiga, los olvidos y todos los demás síntomas son insidiosos y aumentan gradualmente. Puede que no le des prioridad al descanso, el ocio, los amigos y los intereses. Cuanto más cansado y desconcentrado te sientas, más obligado te verás a esforzarte y a comprobar tres veces que no se te escapa nada.

Para muchos, los propios síntomas pueden causar preocupación y ser una fuente de estrés. Durante la fase de riesgo, es frecuente buscar asistencia médica por diversos síntomas aislados. Esto podría incluir infecciones repetidas, dolores musculares, problemas de sueño y otras cosas que no relacionas directamente con un exceso de estrés. Pero muchas personas cambian su estilo de vida una vez que se dan cuenta de la conexión.

2. Fase aguda

Si la situación persiste, puede empeorar y agravarse. Suele ocurrir de forma rápida y repentina, de ahí la expresión chocar contra la pared. La fase aguda puede durar varias semanas. Puede que te resulte imposible levantarte de la cama, pensar con claridad o concentrarte. Pierdes la capacidad de realizar varias tareas a la vez. Pueden aparecer sentimientos de desesperación y pánico, que pueden malinterpretarse como un trastorno de ansiedad o depresión.

3. Fase de recuperación

Cuando finalmente te recuperas, es posible que sigas muy cansado, estresado y con dificultades de concentración y memoria. Cuanto más tiempo te recuperes, más podrás volver a funcionar con normalidad en tus actividades cotidianas. Sin embargo, el síndrome de fatiga crónica suele provocar una mayor sensibilidad al estrés, incluso cuando han desaparecido otros síntomas.

¿Cómo se ve afectada la vida por el síndrome de fatiga crónica?

Si recibes la ayuda adecuada a tiempo y dispones de los recursos necesarios para recuperarte, a menudo quedarás totalmente recuperado y prácticamente libre de síntomas. El patrón más común durante la recuperación es que la energía física vuelve primero, mientras que los problemas de memoria, concentración, estrés y sensibilidad a las demandas tardan más en recuperarse. La mayoría de las personas que padecen fatiga grave mejoran significativamente con el tiempo, pero pueden seguir experimentando síntomas en diversos grados durante muchos años.

Las mujeres son especialmente vulnerables

Para la mayoría de las personas que enferman de estrés, la causa es un entorno laboral deficiente. A menudo hay un desequilibrio entre las demandas y los recursos, por ejemplo para quienes trabajan en salud, educación y asistencia social.

La mayoría de las veces, son afectadas aquellas persona que no se pensaba iban a enfermar. Suelen ser personas comprometidas y hábiles en el trabajo, que asumen una gran responsabilidad por su familia y anteponen las necesidades de los demás a las suyas propias. El 80 % de los afectados son mujeres.

Según la Agencia Sueca de Seguridad Social (Försäkringskassan), si uno siente que no tiene control sobre su situación laboral ni apoyo social, o reconocimiento y valoración, aumenta significativamente el riesgo de baja por enfermedad relacionada con el estrés.

¿Debo buscar ayuda?

Es importante prestar atención a las señales de alarma del cuerpo y buscar ayuda a tiempo. Si corres el riesgo de sufrir una enfermedad relacionada con el estrés, debes buscar ayuda en tu centro de salud o en los servicios de salud laboral. El médico hará una exploración física y escuchará tu relato sobre los síntomas. A menudo se realizan análisis de sangre para descartar otras enfermedades.

¿Es posible volver a sentirse bien?

La mayoría de las personas con síndrome de fatiga crónica se recuperan, aunque puede llevar mucho tiempo y va acompañado de una mayor sensibilidad al estrés. Por lo tanto, existe también un riesgo de recaída. Puede que tengas que reducir tu carga de trabajo o pedir la baja por enfermedad para tener la oportunidad de recuperarte. Los ejercicios de relajación, el ejercicio y el dormir bien pueden ayudar, al igual que reducir las exigencias, dedicar tiempo a los amigos y a la familia, y hacer cosas que te gusten.

El tratamiento puede consistir en terapia conversacional y fisioterapia, en las que se practica el reconocimiento de las señales corporales de estrés, al tiempo que se proporcionan herramientas para comprender y manejar el estrés.

Verificador de datos: Walter Osika, profesor asociado, director del Centro para la Sostenibilidad Social del Instituto Karolinska. Especialista en medicina interna, cardiología y psiquiatría, jefe de servicio de Region Stockholm.

Última modificación: 09 de enero de 2024

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