¿Cómo es vivir con ansiedad?
La ansiedad puede sentirse de distintas maneras y ser diferente según la persona. La ansiedad leve puede manifestarse como preocupación, inquietud o sensación de irrealidad, como si se estuviera en una burbuja. La ansiedad grave puede notarse más en el cuerpo. Puedes sentir que te cuesta respirar, presión en el pecho o palpitaciones. Si la ansiedad aparece súbitamente —sin que estés preparado— y es muy intensa, se denomina ataque de pánico. Lo que sientes cuando aparece el ataque de pánico se llama crisis de pánico.
Cuando aparece la ansiedad, es frecuente pensar «nunca se me pasará» o «me estoy volviendo loco». Cuando tengas este tipo de pensamientos, puede ser útil saber que la ansiedad no es peligrosa y que siempre pasa al cabo de un tiempo, aunque puede volver a aparecer.
¿Es frecuente la ansiedad?
Todo el mundo padece ansiedad en algún momento de su vida, y algunos la sufren con más frecuencia y facilidad que otros. Aunque la ansiedad es muy común, pocas personas hablan abiertamente de ella. Por ello, muchas personas pueden asociar la ansiedad con sentimientos de vergüenza o culpa. Como la ansiedad no suele ser visible exteriormente, muchas personas creen que son las únicas que la sienten, lo que hace que sea más difícil hablar de ella de lo que realmente debiera ser.
¿Por qué tengo ansiedad?
La ansiedad puede desencadenarse por diversas situaciones, incluso por aquellas que son realmente seguras e inofensivas. También pueden angustiarte situaciones o lugares que te recuerden a cosas desagradables que hayas vivido en el pasado.
La ansiedad puede desencadenarse por un pensamiento o una emoción que te asuste, o por situaciones que te hagan sentir amenazado, impotente, fracasado o inútil. A veces, la ansiedad puede estar relacionada con grandes expectativas, sentimientos de vergüenza o culpabilidad. La ansiedad también puede desencadenarse si te traicionan o te abandonan. El riesgo de perder algo importante para ti, como la seguridad, el estatus o el amor, también puede provocarte ansiedad.
Sea cual sea la causa de tu ansiedad, puede hacerte sentir extraño y raro, o como si hubiera algo malo en ti. Es habitual sentirse así. Tal vez quieras recordarte a ti mismo que la ansiedad es una reacción perfectamente natural y algo que todo el mundo experimenta en algún momento de su vida. Si la ansiedad está afectando tu nivel de funcionamiento y tu vida cotidiana, puede ser una buena idea buscar asistencia médica. Cuando se vive con ansiedad durante un periodo prolongado de tiempo, ésta puede provocar otros problemas, como dificultad para dormir, aflicción y aislamiento. También puede afectar tus relaciones con otras personas e impedirte vivir la vida como te gustaría.
¿Qué ocurre en el cerebro durante la ansiedad?
En la ansiedad, se produce una activación automática del sistema nervioso central: el cuerpo se prepara para huir o luchar. La respuesta es una especie de sistema de alarma que se activa cuando el cerebro y el sistema nervioso reaccionan ante una amenaza o un peligro, real o imaginario. La sensibilidad del propio sistema de alarma puede diferir de una persona a otra y puede variar durante los distintos periodos de la vida. La ansiedad es frecuente en la adolescencia y la juventud. La ansiedad es más común entre las mujeres que entre los hombres. La sensibilidad a la ansiedad también puede verse afectada por la vivencia de acontecimientos difíciles.
¿Qué tratamiento puedo seguir para la ansiedad?
Existen varios métodos de tratamiento para los problemas de ansiedad, pero lo que tienen en común es que aprenderás diferentes herramientas y estrategias para controlar tu ansiedad. Si tienes problemas graves de ansiedad durante un periodo prolongado, también puedes verte beneficiado por un tratamiento médico. Habla con tu médico si tienes dudas sobre los medicamentos para los problemas de ansiedad.
¿Cómo puedo controlar la ansiedad y qué puedo hacer yo mismo?
Los seres humanos estamos hechos para intentar evitar lo que es desagradable o difícil. Por lo tanto, es habitual tratar de evitar, reprimir u ocultar la ansiedad. Esta estrategia a veces funciona a corto plazo, pero a largo plazo da a la ansiedad más poder sobre tu vida. Cuanto más tiempo y energía dediques a intentar evitar tu ansiedad, más difícil te resultará controlarla.
Hay varias formas de afrontar la preocupación y la ansiedad. En el tratamiento con terapia cognitivo-conductual, la exposición —es decir, la exposición gradual a situaciones que provocan ansiedad— es una herramienta habitual. Otra estrategia es practicar la aceptación: dejar que los sentimientos y pensamientos estén ahí mientras se hace lo que es importante en la vida.
Puede ser de ayuda hablar con alguien sobre cómo te sientes. Hablar con alguien de confianza suele ser el primer paso para empezar a sentirse mejor. También puedes aprender más sobre la ansiedad leyendo sobre ella y su tratamiento. Recuerda que hay ayuda disponible.
El estrés y la ansiedad suelen ir unidos. Intentar comer, hacer ejercicio, dormir y hacer cosas que te gustan aumentará tu resistencia tanto al estrés como a la ansiedad. Otra parte importante es atreverse a decir que no y poner límites a lo que puedes soportar.
¿Qué es un trastorno de ansiedad?
Cuando la ansiedad afecta tu vida diaria, puede tratarse de un trastorno de ansiedad para el que puedes recibir tratamiento. Algunos ejemplos de trastornos de ansiedad son el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad generalizada (TAG), el trastorno de ansiedad social y las fobias específicas.
¿Cuándo debo buscar ayuda?
Si tienes tanta ansiedad cada día que está afectando tu vida, no dudes en buscar ayuda. A menudo hace falta valor para pedir ayuda y cuanto antes se busque, mejor. Si te sientes reacio a buscar atención por ti mismo, pide a alguien de confianza que te apoye para hacerlo. Si no tienes a nadie de confianza que creas que puede apoyarte, puedes llamar o chatear con una línea de apoyo de forma anónima.
Verificador de datos: Jacqueline Levi, psicóloga, Psykologpartners.
Última modificación: 15 de febrero de 2024