Adicción al sexo

La adicción al sexo o trastorno por comportamiento sexual compulsivo se ha convertido recientemente en un diagnóstico por derecho propio. Cuando tienes comportamientos y pensamientos sexuales compulsivos que están afectando negativamente a tu vida, o a la de alguien cercano, es una buena idea buscar ayuda.

¿Qué es la adicción al sexo?

La adicción al sexo es similar a otras adicciones, y se manifiesta en comportamientos y pensamientos sexuales excesivos y compulsivos, que afectan negativamente a tu vida y son difíciles de controlar. Al igual que un alcohólico piensa constantemente en el alcohol, la adicción al sexo llena tu mente de pensamientos sobre sexo. La diferencia es que las personas no necesitamos el alcohol para sentirnos bien, pero sí tenemos necesidades diferentes de sexo e intimidad. Por lo tanto, puede ser difícil determinar cuándo alguien tiene una sexualidad compulsiva o simplemente un fuerte deseo sexual. Los signos de adicción al sexo pueden incluir dificultades en el trabajo o los estudios, y daños en las relaciones o en la salud.

Si tienes una adicción al sexo, ya no controlas tu comportamiento sexual. Tienes ansias y compulsiones que te impulsan a repetir el comportamiento. Puede tratarse de masturbación compulsiva, consumo de pornografía, obsesión por buscar nuevas parejas, sexo telefónico, o sexo con desconocidos o a cambio de dinero. La dependencia puede agravarse con el tiempo. Según las investigaciones, la adicción al sexo afecta por igual a mujeres y hombres.

¿Cómo afecta a la vida la adicción al sexo?

El trastorno por comportamiento sexual compulsivo puede tener importantes repercusiones en la vida cotidiana. No es infrecuente que el sexo se convierta en una forma de adormecer emociones negativas como la preocupación, la ansiedad, el estrés o la aflicción. Muchos también se estimulan con el comportamiento sexual. Un estímulo que, de momento, puede servir para evadirse de la realidad. Otras consideraciones se resienten cuando tu necesidad de satisfacción es lo primero. Después, son frecuentes los sentimientos de vergüenza, vacío y ansiedad. También aumenta el riesgo de sufrir problemas de salud y de infringir la ley si, por ejemplo, te dedicas a comprar servicios sexuales.

Señales de alarma

  • Cada vez corres más riesgos, porque la satisfacción de tus necesidades es lo primero.
  • Te resulta difícil funcionar y estar presente en una relación, y a menudo te retraes.
  • También son frecuentes otros problemas de salud mental como la depresión, la aflicción o la ansiedad.

¿Puede mejorar?

A menudo es difícil hablar de la adicción al sexo. Los sentimientos de vergüenza y resignación pueden ser fuertes, tanto para el afectado como para sus seres queridos, pero hablar de ello es una forma importante de cuidar de ti mismo, de tus seres queridos y de lo que estás viviendo. Tu pareja puede pensar que tu adicción se debe a que tu vida sexual no es satisfactoria. Este no es el caso. Depende de tu estado mental y hay ayuda disponible. El apoyo de los familiares puede desempeñar un papel importante en este proceso.

Una adicción afecta a tu vida y a tus relaciones. También afecta a las personas cercanas a ti. Cuando busques ayuda, recibirás apoyo para sentirte mejor y para poder cambiar tu comportamiento. También ofrece la oportunidad de mejorar tus relaciones.

¿Qué ayuda hay disponible?

Si necesitas apoyo y ayuda, puedes ponerte en contacto con un centro de salud o con la línea nacional de apoyo Preventell (020-66 77 88), con asistencia en inglés, que puede remitirte a prestadores de salud de todo el país que están acostumbrados a tratar con adictos al sexo. Si tienes menos de 23 años, puedes acudir a un centro de salud para menores. Puede ser necesario un tratamiento en forma de terapia conversacional. En algunos casos, el tratamiento farmacológico también puede ayudar a la recuperación.

Verificador de datos: Jussi Jokinen, catedrático de psiquiatría de la Universidad de Umeå.

Última modificación: 31 de enero de 2024