Abuso sexual

Si te someten a un acto sexual cuando no quieres, es abuso o agresión. Abusar sexualmente de alguien es un delito y tú no eres responsable de ningún delito que otra persona cometa contra ti. A pesar de ello, es habitual sentir culpa y vergüenza, y no atreverse o no poder hablar del abuso. Quizá tú sientas lo mismo. Pero hablar de lo ocurrido puede ayudarte a obtener la ayuda que necesitas para seguir adelante.

¿Qué es un abuso sexual?

El abuso sexual es ilegal e implica que una o varias personas se toman la libertad de someter a otra persona a un acto sexual ofensivo. Los abusos pueden ser tanto psicológicos como físicos y afectar a cualquier persona: mujeres, hombres, transexuales e incluso niños.

La violación es una agresión física, al igual que el ser obligado a satisfacer sexualmente a alguien de otras maneras. Incluso acariciarte o tocarte de un modo que no has consentido es agresión física. El maltrato psicológico puede consistir en comentarios sexistas, en que alguien te hable de un modo sexual que te resulte incómodo, o en que te obliguen a ver pornografía o a ver a otra persona realizar un acto sexual.

La Ley de Consentimiento (samtyckeslagen), que entró en vigor en 2018, dicta que no se puede tener relaciones sexuales con alguien a menos que esa persona haya dicho, o demostrado activamente, que lo desea. Siempre eres tú quien decide si quieres o no tener relaciones sexuales y cómo quieres tenerlas. Aunque inicialmente hayas aceptado mantener relaciones sexuales, también tienes derecho a cambiar de opinión. Tú eres quien decide sobre tu cuerpo y lo que está bien para ti. El sexo debe ser siempre voluntario.

No se puede ver a simple vista si alguien es capaz de cometer abuso sexual. Lo más común es que tu propio compañero cruce la línea. Esto puede incluir amenazas y violencia. Siempre tienes derecho a decir que no al sexo, aunque estés casado, tengas pareja o hayas mantenido relaciones sexuales con anterioridad.

El abusador suele tener una ventaja de poder

Un acto sexual con un menor de 15 años es siempre ilegal. Un abuso puede ocurrir una o varias veces y el abusador suele aprovecharse de su posición de poder. Los niños y adolescentes suelen ser víctimas de un padre, pariente, profesor o vecino que se aprovecha de su falta de conocimientos. Algunos abusadores también crean deliberadamente una relación emocional positiva con el niño, que luego explotan. Otras desventajas de poder, independientemente de la edad, pueden implicar ser físicamente más débil, estar borracho, estar enfermo o tener un trastorno.

¿Cómo se puede ver afectada la vida por un abuso sexual?

Los abusos sexuales son especialmente dañinos desde el punto de vista psicológico. El incidente puede tener un profundo efecto en tu autoestima, y hacerte sentir menos respeto por ti mismo y menos capaz de confiar en los demás.

Muchas víctimas de abusos sexuales se sienten culpables por no haber dicho que no con suficiente claridad. Si te sientes así, es posible que también te culpes por el abuso sufrido. Pero no es culpa tuya. No hace falta gritar ni defenderse para que sea un delito.

Si eres víctima de abuso, no es raro que reacciones volviéndote pasivo y que tu cuerpo se paralice por el miedo. También puedes reaccionar queriendo cumplir y adaptarte para escapar del abuso o mitigarlo. Es una defensa automática y la forma que tiene el cuerpo de protegerse. Estas reacciones se conocen como inmovilización y adulación.

También es posible que te sientas avergonzado y disgustado por el abuso, y te resulte difícil hablar de ello. Puede que te sientas solo y dudes de tu experiencia. Es frecuente sufrir preocupación, ansiedad, aflicción, estrés, problemas de sueño, ira y pensamientos suicidas. Para algunas personas, estos sentimientos pueden aparecer rápidamente después del abuso; para otras, puede llevar mucho tiempo. Sean cuales sean los sentimientos o pensamientos que puedas tener después, el abusador es siempre el culpable del abuso, y tú tienes derecho a recibir apoyo y ayuda.

¿Es posible sentirse mejor?

Las personas se ven afectadas de manera diferente y tienen distintas formas de procesar las experiencias difíciles. Contar lo sucedido a alguien cercano y que te crea puede hacer que te sientas menos solo. O puede que necesites ayuda profesional durante un periodo más o menos largo, en cuyo caso puedes ponerte en contacto con un orientador o un psicólogo.

Aunque los abusos sexuales pueden causar un gran dolor y dejar profundas cicatrices en el alma, hay formas de seguir adelante. Es posible recuperar el control de tu vida.

¿Dónde puedo obtener ayuda?

Si has sufrido un abuso, o si sospechas que alguien que conoces lo ha sufrido, puedes ponerte en contacto con un centro de salud. Si necesitas ayuda urgente, puedes ponerte en contacto con un centro de urgencias.

Los servicios sociales suelen tener equipos especializados en violencia. Esto puede variar según el municipio. Consulta el sitio web de tu municipio para informarte sobre las ayudas disponibles en tu lugar de residencia.

Si te sientes amenazado, debes ponerte en contacto con la policía o los servicios sociales. Si sospechas que un niño está siendo víctima, también debes ponerte en contacto con los servicios sociales.

Si deseas permanecer en el anonimato o pedir ayuda por teléfono, puedes ponerte en contacto con

Kvinnofridslinjen.se

Línea de ayuda para hombres

Línea de ayuda para personas transgénero

Centro de asistencia RFSL

También hay centros de acogida para mujeres y niñas en toda Suecia. Consulta el sitio web de ROKS o Unizon para informarte sobre las ayudas disponibles.

Denuncia a la policía

Llama a la policía al 114 14 para denunciar un delito. También puedes acudir a una comisaría para presentar una denuncia. Si la situación es urgente, llama al 112.

Verificador de datos: Karin Dahlborg Sjöö, trabajadora social y psicoterapeuta.

Última modificación: 26 de febrero de 2024